Muchos de vosotros siempre me veis con equipos pesados, focos, flashes, maletas,... No siempre es así y más desde que la semana pasada me dí un caprichito, me compré la nueva Canon Powershot G11. Después de mucho mirar, consultar en foros, mayoristas, amigos y profesionales del sector tomé la difícil decisión.
Cuando uno se compra una cámara, lo primero de todo, ha de saber para qué la quiere y que expectativas tiene acerca de ella. Yo me hice una lista:
- Que sea compacta, una cámara pequeña que pueda llevar a todas partes.
- Que tenga un CCD de buena calidad, no importa tanto el tamaño sino la calidad del pixel.
- No tengo interés en el vídeo
- Que tenga buena calidad óptica
- Con un zoom angular y un tele que pueda tomar desde paisajes hasta retratos con poco profundidad de campo
- Posibilidad de control manual de exposición y enfoque
- Alto rendimiento en condiciones de baja luminosidad
- Que el tiempo desde que se aprete el diparador hasta que toma la foto sea mínimo
Encontré 4 candidatas:
Si os fijáis casi todas ellas tienen un look retro, y será que todos los que amamos la fotografía echamos un poco de menos la estética de las cámaras manuales de no hace tantos años.
De las 4 cámaras, la única que es bolsillera (cabe en un bolsillos de unos tejanos, por ejemplo) es la LX3, yo ya tengo a su hermana la LX2, muy buena cámara, muy buen vídeo, pero el control manual de la misma no me convencía)
La Olympus pen, a pesar de ser muy buena cámara, la descarté enseguida al no llevar incorporado un flash. Esta cámara es la única de las 4 que tiene la posibilidad de intercambio de objetivos.
La duda estaba servida, me tenía que decidir por la Canon o por la Panasonic FZ-38 y la decisión se me hizo fácil al ver como se comportaban las dos cámaras en situaciones de baja luminosidad. Encontré que la Canon tiene mucha más calidad de CCD a pesar de tener menos megapíxels. Además me gustaron también algunos detalles que incluye la Canon como son los filtros de densidad neutra, posibilidad de acoplar un flash de Canon Profesional, la pantalla giratoria, etc...
Después de todo esté cúmulo de datos técnicos os dejo dos tomas que hice el otro día en una escapada al Puig de l´Ofre desde el Barranc de Biniaraix. Espero que las disfrutéis. Todavía siguen quedando rincones en la isla con mucho encanto.
Y un último consejo que me ayuda mucho en mi trabajo: la cámara sólo es una herramienta para conseguir plasmar en papel lo que uno siente, es una extensión más de la mano y el ojo, que nos ayuda a detener el tiempo y disfrutar de nuevo de ese instante.
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